lunes, 14 de diciembre de 2009

I can only disappoint you

Quisiera comenzar ofreciendo mi más sincero agradecimiento a mi nutrido público, el que espera pacientemente que este agujero se airee de vez en cuando. A todos aquellos que pensando lo peor, y también lo más lógico, creyeron que no vivirían para ver una nueva actualización de este Mundo Fantasma, quiero hacerles saber que hoy no es su día de suerte pues llega una nueva muestra de las canciones que engrandecen la vida!

Me voy a saltar mi propia tradición por que la ocasión lo merece, y es que más que una canción hoy me han venido a pedir vez para aparecer publicados en este blog, referente cultural y tendencia absoluta (lo que aún no sabemos los integrantes del equipo es para quién), tres jóvenes y un cleptómano, oriundos todos ellos de Chester, en el Reino Unido. Exacto, se trata (algunos de ustedes ya lo habrán adivinado)de la banda más molona que salió de todo aquello del brit pop: Mansun



Era el año 1995, época convulsa. Oasis, ya por aquel entonces medio muertos, jugaban a rebota y en tu culo explota con Blur. Elastica, entre, posiblemente acertadas, acusaciones de plagio por parte de grupos viejunos, se hundían en la miseria de forma injusta. Suede andaban pintándose las uñas entre el enormísimo "Dog man Star" y el más que aceptable "Coming Up", Pulp se declaraban de una "Different Class" pariendo himnos aún imperecederos, Ash presentaban el tiernísimo "1977" auspiciados por el influjo del nail polish negro de Brettie y Echobelly parían ese himno incontestable y emocionante que sigue siendo "Great things"



Y ese era el momento en que cuatro muchachitos rubios con cara de pueblerinos y sin mucha idea de tocar nada que no fuese los culos de las chavalas, montaron su grupo y lo llamaron Mansun en homenaje a una canción de The Verve. La historia de cómo un comienzo tan triste (¿¿¿The Verve??? Joder!) dio paso a un grupazo más mítico que la propia vida será por siempre una incógnita.

Lo cierto es que lo del brit pop les pilló de refilón, no en el tiempo, sino en el espacio. Mansun siempre se salen un poco del borde de cualquier etiqueta, lo suyo venía de las entrañas de sus dos baluartes, Paul Draper, compositor y vocalista con cara de Barbie mal peinada y Dominic Chad, guitarrista y compositor que sin cortarse un pelo, directamente adoptó el look de su admirado Brian Jones. No sé cómo de injusto es obviar a Stove King, bajista feucho y co-fundador que se acabó llevando pasta del bote (de ahí el nombre del álbum de 2004, "Kleptomania") y a Andie Rathbone, batería y poco más, pero lo cierto es que Paul y Dominic componían juntos, vivían juntos y los dos eran fans de los Carpenters. No me negaran que el mérito parece ser enteramente suyo.



Como decía, Mansun tienen su propio estilo y aunque no voy a ser yo quien se ponga a describirlo, sí que diré que ese estilo y ese algo los ayudo a granjearse una legión de seguidores de los que a día de hoy, 6 años después de su final como banda, todavía pervive un fiel y nutrido grupo.



¿Y qué es ese algo? Se están preguntando en estos momentos mis sufridos lectores, bien, deberían hacer un amplio muestreo pero si vale de algo les contaré, amigos míos, lo que hacen sus canciones con mi persona. Yo, que hace tiempo que me las doy de saberlo todo, vivo cada día más exenta de emociones. Lo que antes me identificaba ahora me parecen poses, me creo que ya he vivido de todo y que es demasiado difícil que algo vaya a sorprenderme como me ocurría hace 10 años con cada pequeño detalle, yo, que tengo el culo pelado, que cuando tú vas yo vengo, que soy una mujer de mundo, vaya y vivo más o menos resignada a una cierta tibieza hablando en términos generales, cuando escucho las canciones de estos cuatro jovenzuelos que ahora ya andan por la cuarentena, me salgo del mundo!



Me vuelvo una hooligan emocional, se me acelera el corazón, tengo calor, ganas de morder, de saltar, de tener otra vez 19 años, revivir lo que hice y hacer todo lo que no pude. De vivir en Londres, de hacer guarrerías en los cuartos de baño de garitos oscuros, de gritar, de bailar de estar en primera fila en un concierto, de besarme con todo quisqui, de meterme el mundo en el bolsillo!



Cualquier seguidor medio de Mansun sabe que esto ocurre sobre todo con sus dos primeros discos "Attack of the grey lantern" y "Six" y es algo superior a las fuerzas de la naturaleza. Da igual que no estés predispuesto, si te pones a escucharlos asumes las consecuencias de la exaltación que producen. Algunos dirán que exagero, pero les juro, queridos amigos, que no lo hago.

Como ejemplo número uno tenemos "Mansun's only love song", una canción que me pone particularmente bruta, así, como lo oyen. Me pirran sus "vocals" y sus guitarras, me ponen, qué quereis que os diga.



¿Qué puedo decir?



Ejemplo número dos, "Special/Blown it (delete as appropiate)", una canción con una intro más oscura que vuestros pecados, un rabioso ensayo sobre el derrotismo de nuestra generación, quien no se identifique con eso es que no es un verdadero "loser".



Son sólo dos ejemplos, pero sin apenas pensarlo podría poner al menos una docena. Hay muchos grupos de cuyas canciones puede decirse lo mismo, pero muy pocos que sigan provocando la misma emoción, con la misma intensidad, por muchos años que pasen.

Después de "Six", la cosa se fue al garete y ellos fueron avisando cuando presentaron su siguiente single, "I can only dissapoint you", perteneciente a su último disco como banda, "Little Kix". Era evidente que algo fallaba aunque nunca quedó claro el qué, se dice que Dominic chupaba más de la cuenta y que el mal rollo había venido de la manita del éxito, como suele pasar, pero ocurriera lo que ocurriese, lo cierto es que decidieron no prolongar su agonía y se fueron con la promesa nunca cumplida de álbumes en solitario. Tras de sí dejaron algunas de las mejores canciones de la década de los noventa y el inmortalizado espíritu de una época que toda una generación de cínicos treintañeros añoramos por encima de todas las cosas.

Como siempre, mi cariño y mi respeto, nunca nos decepcionasteis.

Larga vida a Mansun.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Somos las putas inútiles que ellos moldean.

Cuatro meses después, ¡Al fin regresamos! Espero que mi extensa audiencia me permita el uso del plural mayestático, se me hace menos duro si tengo la ilusíon de que somos dos (o más) a los controles. De esta forma uno dicta y otro escribe, como poco. Siempre es más llevadero el trabajo compartido.

La segunda entrega de "canciones enormes" nos la traen los Manic Street Preachers. Ese grupo de jovenzuelos que se comían el mundo y lo desafiaban con sus declaraciones inciendarias, con su situacionismo homoerótico (término que tomo prestado y referiré más adelante) y sus militancia comunista (supuestamente incoherente con su carrera discográfica desarrollada en grandes multinacionales).


La canción en cuestión se encuentra en su primer disco, "Generation terrorists",
en el que se encuentran también algunos de sus éxitos y los que sin duda son sus primeros clásicos: "You Love Us", "Stay Beautiful" o la enorme "Motorcycle Emptiness", que algún día tendrá una entrada propia en este blog, queda prometido.

Hablo del himno "Little Baby Nothing".

Siempre mantuve que si alguien debería implicarse en la lucha contra la explotación femenina, si alguien debería declararse inequívocamente feminista, esos eran precisamente los hombres, que lo hagan las mujeres debería ser una obviedad, aunque no lo sea. Manic lo hacen con sumo gusto en esta canción y además la completan con un videoclip en el que aparece por primera vez el aún desconocido dúo, Shampoo (Oh-Oh, We're in trouble). En el clip tan sólo aparece el vocalista de la banda, James Dean Bradfield, en la época en la que aún no era preocupantemente parecido a Jorge Javier Vázquez. El resto estaban cansados de grabar vídeos de promoción y el realizador se las ingenió para sustituirlos por una banda de féminas encarnadas por fans del grupo. El resultado es ingenioso, divertidísimo y muy liberador y catártico, y sobre su rodaje escribió un hilarante artículo su director, Steven Wells, en The Guardian. Este es el enlace de dicho artículo, del cual tomé prestado el término anteriormente reseñado:

http://www.thisisyesterday.com/ints/shoot.html

Bradfield canta a dúo con la ex-estrella del porno Traci Lords, que un par de años atrás había protagonizado "Cry Baby", maravillosa película del Dios del trash, John Waters (para la suscribiente el Dios del cine, a secas). Este gesto fue interpretado de diversas maneras, ellos declararon querer a alguien que se identificara con la letra). Más allá de eso, yo encuento implícita una reivindicación sobre el uso que cada mujer hace de su cuerpo y de la libertad para hacerlo sin que se la reduzca como persona. A saber, a nadie parece molestarle que el cuerpo de una mujer sea usado comercialmente siempre que no exista el acto sexual. Es el acto el que separa a las modelos de las putas en base a la moral de la represión. Me parece totalmente acertada la sentencia que hace Patri: "Cuando las mujeres estemos realmente liberadas, seremos todas putas". Y es que lo que está mal visto no es vender tu cuerpo, lo que convierte a una mujer en una "fulana" es cómo lo vendes. Los trabajos que implican el acto sexual (prostitutas y actrices porno) son indignos, los que se valen de insinuaciones sexuales para vender cualquier cosa no lo son. O sea que la sociedad es tan hipócrita como para aplaudir que se explote el cuerpo femenino, pero únicamente dentro de los límites que ella establece (parece que el sexo por sí mismo aún es visto como oscuro, sucio y pecaminoso), ante lo cual, a las poseedoras de dicho cuerpo sólo nos resta decir: Es mi cuerpo y dado el caso, los límites los pongo yo. Ahí es donde la presencia de Traci Lords cobra cierto sentido en esta canción, o al menos en la lectura que yo hago de ella.

Sobre lo puramente musical, el tema va muy en la línea de lo que es todo el disco. Ese pseudo-rock rabioso de los que se piensan elegidos y van en contra de todos (los heavies los detestaban, los punk pensaban que eran unos moñas y los indies los consideraban de mal gusto). Lo cierto es que nunca fueron punk-rockers como pretendían, pero es cierto que eran diferentes, únicos. Su música, inconcreta por aquellos entonces, era producto de su inocencia y su forma de mirar al mundo y a su tiempo, se nota. La tonadilla, la estética, todo tiene ese tufo insalvablemente hortera de los primeros 90's, pero nada tiene que ver con sus contemporáneos. Lejos de espantar, como pasa con muchos de ellos, resulta elegantemente cutre y sobre todo, irremediablemente conmovedor.

Hacia el final de la canción James y Traci vocean juntos
"You are pure, you are snow. We are the useless sluts that they mould.
Rock n roll is our epiphany. Culture, alienation, boredom and despair.
"

Musicalmente es el climax de la canción, la parte que se corea hasta quedar afónico en los conciertos. También es el resumen lírico de la intención de la canción y una declaración de principios del grupo que eran Manic antes de que la triste desaparición de Richey James Edwards. Después de ese suceso su actitud provocadora fue sustituida por la melancolía y la disculpa, y no es que no siguieran haciendo buenos discos, musicalmente, incluso mejores. Pero aquellos macarras que hacían punk-rock-glam en la época del grunge, esos descarados, medio horteras, que proclamaban que el Rock and roll era homosexual, los que parecían haber inspirado el personaje de Cecil B. Demented de Waters, que creían en la pureza, que decían tener la clave de "lo verdadero", y estaban decididos a torpedear lo que no lo fuera. Aquellos dejaron de existir.

Y Aquellos tenían (como muchos otros) la esencia de lo que soñábamos los que entonces éramos adolescentes.

Para ellos terminó con una tragedia real. Para nosotros se fue disipando con el tiempo. Para todos permanece suspendido en el ambiente, rodeándonos, todos sabeis de lo que hablo. Y cada vez que escucho esta canción vuelve a concentrarse llenándome de alegría al comprobar que sigo siendo la misma que entonces.

Mi cariño y respeto a James, Nick y Sean. Y a Richey, claro, esté donde esté, vivo o muerto. Y a Traci Lords y las chicas que participaron en el videoclip, pues sin él, el conjunto no sería lo mismo.

sábado, 4 de abril de 2009

Un beso puede ser un arma letal.

Con la llegada de la primavera, Monde Fantome retoma su actividad.
Meses han pasado desde que perdió de vista su propósito original dejándose llevar a la deriva hasta encayar, pero, ¡oh!, hoy regresamos con nuevos objetivos.
Un viaje de 6 horas en autobús dio para escuchar muchas canciones en el modo random y sólo una venció la pereza de volver a entrar en el menú para cambiar la configuración a repeat. Eso me recordó que hay canciones tan perfectas que hacen que el mundo sea un sitio mejor. Es a ellas a quien dedicaremos la segunda temporada de esta bitácora. No sé hacer clasificaciones de mis cosas preferidas, tengo demasiadas cosas preferidas y no siempre me acuerdo de todas, así que simplemente responderé a la llamada cuando una de ellas me diga que quiere estar aquí. Sin orden.

Y empiezo con una increible canción del último disco de Scout Niblett, "This fool can die now". Se trata del corte número 2, "Kiss", en la que se hace acompañar del barbudo Will Oldham, o sea, Bonnie "prince" Billy.



Scout Niblett me gusta moderadamente, a ratos me carga tanto alarido y me hace desconectar, pero en este caso hace de su histrionismo una virtud. El universo en que vive esta canción es tan extraño que es casi imposible que alguien no se sienta sobrecogido al escucharla. Desde el segundo cero, desde la primera escucha. Te agarra para no soltarte.
Habría que preguntar a quien no conociera previamente al "príncipe" si es una percepción objetiva, pero la sensación al escuchar por primera vez su voz en esta historia es de absoluta complicidad. Es como resolver al fin un acertijo. ¿Si él no hubiese estado en la canción la historia habría seguido su curso? El mundo sería de otra forma, ligeramente diferente. O completamente diferente.
Que estén juntos cantando en "Kiss" aumenta exponencialmente la importancia de este temazo.
Tiene que ser un subidón darte cuenta de que has hecho una canción como esta. Mi enhorabuena a ambos. Mi cariño y mi admiración.