sábado, 4 de abril de 2009

Un beso puede ser un arma letal.

Con la llegada de la primavera, Monde Fantome retoma su actividad.
Meses han pasado desde que perdió de vista su propósito original dejándose llevar a la deriva hasta encayar, pero, ¡oh!, hoy regresamos con nuevos objetivos.
Un viaje de 6 horas en autobús dio para escuchar muchas canciones en el modo random y sólo una venció la pereza de volver a entrar en el menú para cambiar la configuración a repeat. Eso me recordó que hay canciones tan perfectas que hacen que el mundo sea un sitio mejor. Es a ellas a quien dedicaremos la segunda temporada de esta bitácora. No sé hacer clasificaciones de mis cosas preferidas, tengo demasiadas cosas preferidas y no siempre me acuerdo de todas, así que simplemente responderé a la llamada cuando una de ellas me diga que quiere estar aquí. Sin orden.

Y empiezo con una increible canción del último disco de Scout Niblett, "This fool can die now". Se trata del corte número 2, "Kiss", en la que se hace acompañar del barbudo Will Oldham, o sea, Bonnie "prince" Billy.



Scout Niblett me gusta moderadamente, a ratos me carga tanto alarido y me hace desconectar, pero en este caso hace de su histrionismo una virtud. El universo en que vive esta canción es tan extraño que es casi imposible que alguien no se sienta sobrecogido al escucharla. Desde el segundo cero, desde la primera escucha. Te agarra para no soltarte.
Habría que preguntar a quien no conociera previamente al "príncipe" si es una percepción objetiva, pero la sensación al escuchar por primera vez su voz en esta historia es de absoluta complicidad. Es como resolver al fin un acertijo. ¿Si él no hubiese estado en la canción la historia habría seguido su curso? El mundo sería de otra forma, ligeramente diferente. O completamente diferente.
Que estén juntos cantando en "Kiss" aumenta exponencialmente la importancia de este temazo.
Tiene que ser un subidón darte cuenta de que has hecho una canción como esta. Mi enhorabuena a ambos. Mi cariño y mi admiración.